jueves, 29 de mayo de 2014

trabajo en equipo - 1ª parte

La filosofía budista dice que los conflictos externos (entre las personas) casi siempre son producto de conflictos internos (dentro de las personas).


En mi vida diaria solucioné mi necesidad de salir, de encontrarme con otras personas y crecer en relación con ellas, únicamente a través de mi puesto de trabajo. 

Durante años al terminar de trabajar el viernes suponía un duro golpe. Una vez terminada la jornada del viernes, me encontraba de súbito frente a un agujero que me devoraba. Un abismo, me encontraba con que no tenía nada que hacer.

Durante la semana conseguía la motivación para hacer cosas a través de mi obligación para trabajar. En el trabajo me encontraba con otras personas. Allí me apoyaba en el trabajo en equipo para realizar-me. El problema es que no sabía vivir sólo. 

Ese gran abismo del fin de semana me dejaba muchas veces sumido en una somnolencia en brazos de un dios del sueño, abatido en la cama. 


     El paso a vivir independiente


De una forma penosa descubrí que vivir sólo en mi propia casa, convertía lo que antes era solamente los fines de semana, en un no poder soportar estar sólo... durante toda la semana. Tener una vivienda propia tiene sus ventajas. Pero la soledad no es una de ellas.

Tal vez no saber vivir sólo fuese el problema en aquel entonces. Antes o después debía revertir en su opuesto, no saber vivir con los demás. Que de eso me parece que va esto. De la sensación de rechazo más nuclear.

El olvido de quién es uno mismo. Lo vivo como un no saber cómo estar con los demás. Sabedor en mi interior de esto, aunque no lo expresase en ningún momento. ¿O sí lo expresé? El caso es que el primer año de vivir en mi piso, supuso varias consecuencias. 

Entre ellas el tener que dejar la terapia de grupo, que suponía un apoyo sustancial para mi trabajo. Y el hecho de que responsabilizarme de una casa y su mantenimiento, de cara a los demás, no podía expresar lo que me costaba. 

Ese primer año de vivir independiente, supuso el llegar arrastrándome al trabajo. Con la única motivación de llegar más o menos a tiempo.

Inevitablemente, la solución pasó por una reducción de jornada.


Irónicamente. A partir de la reducción de jornada, tuve que pasar más tiempo en la soledad. Frente a frente con el problema. Yo mismo y mi dificultad para estar conmigo mismo. Tal y como tenía dificultad en estar con los demás.

Como sucede en muchos casos un aspecto de mi vida se convierte en su opuesto. De la dificultad de estar sólo, paso a reflejarlo en la dificultad para estar con los demás.

"Al volver del trabajo debes sentir la satisfacción que ese trabajo te da y sentir también que el mundo necesita ese trabajo. Con esto, la vida es el cielo, o lo más cercano al cielo. Sin esto -con un trabajo que desprecias, que te aburre y que el mundo no necesita- la vida es un infierno."
- W.E.B. Du Bois

A menudo encontramos que lo que fue una respuesta hasta ahora, deja de serlo después de un momento dado. Parece que desde una trayectoria en la que la premisa es que debo trabajar, porque es en el trabajo donde encuentro lo que no tengo en la vida; el verme conmigo mismo, a jornada reducida redundó en algo más.

El trabajo nos evita tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la pobreza.
- Voltaire

El Bhagavad Gita recalca la importancia de hacer un buen trabajo por el mero placer de hacerlo bien.

Que no sea el fruto de tu acción el motivo, ni te apegues a la inacción.
- Bhagavad Gita

La reducción de jornada redundó en una disminución de ingresos. En teoría la reducción no debía haber sido tanta, pero sea por lo que sea me vi en situación de cobrar la mitad de ingresos de lo que tenía hasta entonces. Ahí entraron ciertos baremos, dentro de las leyes y plazos, en relación con el trabajo para discapacitados.

Todavía no le veíamos las orejas al lobo. En el nivel de operario dentro de una buena empresa no nos llegaba la información de lo que tenía que venir. 

Sin embargo, yo me encontraba enfrentado a la escasez antes que mis compañeros de trabajo. Así que cuando esta llamada crisis se hizo notar en nuestro ámbito, yo ya llevaba meses quemado.

Creo que fue esa circunstancia la que me impelió a buscar nuevos alicientes fuera del trabajo. Tal vez mi falta de visión respecto a mi mismo redundase en que buscase el cambio en mi vida. A través de lo que me da la estabilidad, la medicación. De común acuerdo con mi psiquiatra hicimos un cambio de medicación que me desestabilizó un poco.

         Fuese por lo que fuese mis decisiones trajeron consecuencias. Divido este escrito en dos partes. Después seguiré a ver a qué lógica me dirijo.





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