miércoles, 16 de diciembre de 2015

batallar contra molinos ¿o son gigantes?









Jueves 17-12-2015
0:38 Horas.

Somos guerreros.
Guerreros que luchamos en mil batallas.

Todas ellas perdidas.

¿Por qué debemos ser felices?


Lo que me llama la atención del vídeo del programa de redes, es que el remedio, es la quietud.

De niños nos dijeron, salid y ser los mejores. Y teníamos que tratar de sobresalir en algo, para agradar a los padres. Ser más, para ser aprobado por los padres. 

O si no se podía hacer nada, se soñaba con algún día... yo seré... y ir acumulando un seré, seré, seré. Y ahora soy, mayor.

Y encuentro que la mayor conquista es encontrar el amor, porque la muerte es democrática. Es igual para todos. Y el temor a la muerte es, ante todo, temor a la vida. 

Así que de lo que se trata, es de perder ese miedo a la vida, para que el libro de nuestra vida no se deje el último capítulo mal acabado.

Los buenos deseos de nuestros padres.

Nuestros propios deseos, que son la herencia tanto genética como epigenética. Es como estar cumpliendo una serie de programas que no podemos hacer sino seguir.

¿Qué podemos hacer para ser felices?


Yo creo que un buen consejo es «abrir los ojos». Creo que es en el libro «La enfermedad como camino», aconseja que abramos los ojos.

Abrir los ojos, no es cambiar conductas. 

      Las conductas están prefijadas por los programas. Las conductas, a nivel macroscópico están determinadas por los programas inconscientes. No se pueden cambiar. 

        La maquinaria del reloj de Newton, es inamovible. Determinista, conductista.

Pero a otro nivel hay un destello de esperanza.

La posibilidad, la probabilidad.

Que a nivel subatómico introduzcamos el factor «atención», abrir los ojos. Poner atención.

La probabilidad de que se dé un cambio real, no se da en el subidón que se produce al luchar contra molinos. 

       La probabilidad de que podamos cambiar un programa, se da en la quietud.

Si el remedio es la quietud, resulta muy útil saber dirigir la atención a un solo objeto.


En el vídeo, ese preciso consejo, centrarse en un objeto de meditación, tal vez la respiración, me ha parecido lo más útil.

El mayor logro que se puede dar en la vida es ser feliz.
Nunca nos lo dijeron.
Y ahora han cambiado las preguntas del examen.









miércoles, 9 de diciembre de 2015

la muerte y la paranoia

Miércoles 9-12-2015
20:57 Horas.

Vale, ya está aquí la crisis de los cuarenta y cinco.


5 paranoias relacionadas con la muerte



La llamaría La Señora Oscura




# PARANOIA UNO


Corría el año 93, 1993. Es decir, el siglo pasado. Y yo estaba todo brotado, conduciendo por la carretera, en el tramo que va de Crevillente a Elche. Sí, yo no sé a dónde iría pero que muy bien no estaba también puedo decirlo.

La cosa es que iba conduciendo y miré y vi la larga cola que se extendía ante mí, todo coches en una larga fila hasta el horizonte. Y yo que me pregunto, y toda esta gente, ¿A dónde irá? El caso es que ni corto ni perezoso se me ocurre «Dónde van, no lo sé, pero que van a morirse ¡Seguro!» No hay que ser muy listo para darse cuenta que yo tenía razón.

Si bien, había un no se qué que qué sé yo, fuera de lugar. Es cierto que todos vamos a morir. Eso es incostestable. Pero el matiz viene cuando La Señora Oscura se guarda las cartas de no decirnos cuándo, ni dónde.

       Cabe la posibilidad de que me dé un yuyu dentro de veinte segundos. Posible es, pero seguramente no suceda.

Ahí la muerte juega al despiste. Esa es la gracia. Morirnos nos morimos, pero el turno que nos toca, no lo sabemos.




# PARANOIA DOS

Se me ocurre una anécdota. Algo muy tonto que me viene a la cabeza. De un chaval que está ahí haciendo la faena, perdiendo la virginidad. 

Ahí dale que te pego...

Y en pleno orgasmo se le oye decir: ¡Pues como me muera! ¡VAS A VER!

La ocurrencia es de lo más tonto. Aunque si vamos a morir, ¿Qué nos queda? Si acaso el haber amado, y no es del todo seguro. En fin.


# PARANOIA TRES


Esta es la buena. Este fin de semana que ha durado cuatro días, me lo he montado para organizar un retiro de aislamiento en mi piso. Ha sido fácil. Vivo sólo, y el móvil ha cooperado. El cabrón de mi móvil se reiniciaba cada dos por tres, hasta morir definitivamente.

Casualmente, de eso va.

Si bien, este aislamiento de cuatro días no se puede decir que lo haya sido estrictamente. Internet estaba ahí. El teléfono en alguna ocasión ha funcionado. Aunque ya desisto de intentarlo, no hay forma de reanimarlo.

El caso es que estos cuatro días, cuando estaba en el último día, va y me viene una idea.

Más que una idea ha sido una certeza.

Mi madre no me quiso.

Duro.

¿No? Pero es que mi madre tampoco es que se quiera mucho a sí misma. Y en su vida, lo que ha hecho es lo que mis abuelos la enseñaron a hacer. TRABAJAR. Y toda la vida ha hecho lo que le dijeron. Trabajar y poner la comida encima de la mesa.

Porque amorosa no ha sido. Al jubilarse a ha tenido más oportunidad de mostrarse amorosa. Pero de niños, yo no la sentía amorosa.

Claro. Está aquello de, «mi mamá no me quiere como yo quiero que mi madre me quiera». Joder, es que es difícil de decir. - Enric Corbera.

Pero está claro. La mujer hizo lo que supo y como supo, que ya es bastante. La interpretación que se le quiera dar ya depende de cada uno.

En todo caso estamos hablando de hace mucho tiempo, que las circunstancias cambian. Y que cada uno es cada uno. La vida nos lleva a cada uno por donde debe llevarnos. Y cada uno se comporta como se comporta, como cree que se tiene que comportar.


# PARANOIA CUATRO


Pensar en que me hago viejo. Y que no hay amor en mi vida. 

Cierto. No hay amor en mi vida.

Ya en mi primera juventud, casi en mi primera infancia, razoné que si encontraba el dinero, lo demás vendría seguido. 

Ese modo de pensar era muy común en aquel entonces. Es del tipo «voy a trabajar muy duro en la vida para tener mucho dinero, y entonces haré lo que quiera».

   Era el planteamiento que había entonces. Había que trabajar mucho. Y es cierto, no importaba que el trabajo te gustara o no. Se trataba de montarse en el dolar.

En aquella época el euro no existía, y el dolar era lo más alto. Eran tiempos de ir montados en el dolar, se escuchaban historias de dar el pelotazo. Nunca he sabido qué era eso, salvo que de repente alguien se hacía con mucho dinero.

No debía ser muy legal aquello.

Bueno, yo tenía mis limitaciones para relacionarme. Era también el empoyón, el raro de la clase. Y sí, opté por el dinero. Pensé que si conseguía el dinero todo vendría rodado. Que detrás de un «título» de ingeniero, el amor sucedería.

(La vida sucedió de modo bien distinto. Es lo que tiene la vida).

Si se piensa, eso era algo que se podía dar en aquellos tiempos.

Irónicamente he ido a parar a un lugar en que veo a jovenes que tienen varios de esos títulos, y se tienen que ir a Lisboa, o a ca Dios, a encontrar trabajo. Porque hay fuga de cerebros.

El título, el dinero, «La Fachada», no dan el amor.

Aunque sí que me gustaría tener el título universitario, de lo que fuese. Sucede ahora que no sabría qué estudiar, ni sería capaz de hacer el esfuerzo, ni tengo la motivación.

La fachada para mí me sigue gustando. Pero el esfuerzo para tenerla bien enlucida como que no.


# PARANOIA CINCO


Estaba hablando el otro día con un señor que iba a leer un doctorado. Iba por bellas artes, y el doctorado era acerca del tema de la muerte. Se me ocurrió comentarle la manida frase, que toca el tema. Más que nada, porque una cosa lleva a la otra:

¿Qué es la vida?

El hombre, un hombre culto, con una formación muy asentada, como que se quedó ahí atento...

La frase era: «La vida, es una enfermedad de transmisión sexual, incurable»

Lo cual es cierto desde un punto de vista médico, para todos los seres vivos que se reproduzcan por vía sexual. Por lo menos en las personas es cierto.

Nada, que nos morimos antes o después. Miro a mi alrededor y veo personas ancianas que no se valen. Y veo personas mayores que salen a correr.

Y me encuentro en mis incipientes cuarenta y cinco, sin saber la mayoría de respuestas a mis preguntas. Y lo que es peor. Eso, lo que es peor es que las preguntas han cambiado.








jueves, 3 de diciembre de 2015

¿célula de pelo de culo o neurona?

Jueves 3-12-2015
13:38 Horas.

neurona o célula del cerebro


Tengo algo que decir.

Si en vez de personas fuésemos células, la unidad de vida más pequeña...

        En esa situación podríamos preguntarnos, si nuestro lugar, el lugar que ocupamos, ¿nos gusta?

Pongamos por ejemplo que nos toca ser una célula del cerebro. Una neurona. 

        O que nos toca ser una célula de pelo de culo.

Ambas células cumplen la función para la que han sido llamadas a la existencia. 

¿Es válido preguntarse cuál es más feliz? 

Ambas realizan lo que han de realizar. Y no toca ser ni hacer más que lo que han venido a hacer.

Si uno es una neurona tiene que vivir feliz siéndolo. No hay otra.

        Y si toca ser célula de pelo de culo, entonces hay que ser feliz siendo célula de pelo de culo.

Tal vez el sentido de la vida no es querer ser mejores de lo que somos, sino en cumplir con la función para la que hemos sido llamados a existir.


digan lo que digan, esta célula es útil







         Hace tiempo que me gusta esta banda sonora, y la estaba escuchando ahora. Me viene al pelo, nunca mejor dicho.
     
             Se siente la tensión entre ambas polaridades. Ángel o demonio. ¿De veras es así? ¿neurona o célula de pelo de culo? ¿Son opuestas? ¿O simplemente diferentes?

             Señoras y señores (esa es otra polaridad. Machos o hembras), se admiten comentarios. Porque muchos queremos ser neuronas, pero somos otra cosa.

            Dejo un espacio abierto para opiniones.


NOTA:     La idea de que hay que ser feliz, siendo la neurona la que sea, la he sacado de una conferencia de Emilio Duró. Se puede encontrar en youtube.



miércoles, 25 de noviembre de 2015

todavía eres el mismo

Miércoles 25-11-2015
20:32 Horas.

Una pregunta de lo más tonta... Como quien dice "Me pasas la sal".


Erase un conocido periodista que se fue... allá donde tuviera que irse, a hacerse discípulo del renombrado gurú contemporáneo, Osho.

Durante bastantes años estuvo esta persona trabajando con las distintas meditaciones dinámicas que Osho, como su gurú, le indicaba.

En ese tiempo el periodista experimentó fenómenos extraordinarios. Fue conocedor de una basta experiencia metafísica. Cuando regresó a su país se sentía iluminado.

Se puso manos a la obra, y envió cartas y mensajes de desaprobación de la política internacional a todos los gobiernos que así, pensaba ayudar.

Tocó volver a reunirse un día con su maestro.

En ese encuentro, Osho le miró impertérrito, y comenzó con una sola pregunta:

- ¿Qué ves?

El periodista se lo dijo, “veo tal cosa”.

- Todavía eres el mismo.





viernes, 20 de noviembre de 2015

república tribal

Viernes 20-11-2015
23:30 Horas.



la república


Aunque adivino que en los tiempos que corren la juventud tiene una mentalidad más abierta que en el pasado, seguimos siendo humanos. 

       Y las generaciones jóvenes nos vienen pareciendo revolucionarias desde los tiempos de cuando Jesucristo perdió la sandalia. 

           Y eso son muchos siglos percibiendo a la juventud como opuesta a la generación anterior.

Quiero pensar que los jóvenes de ahora, por fuerza, se encuentran en un mundo de recursos a la vez, limitados en lo medioambiental o ecológico. 

         A la vez que hay una oferta muy, muy fuerte de dispositivos que permiten la comunicación. Hay una gran oferta para el consumo.

Podría decirse que si se quiere uno divertir se divierte. Solamente hay que pagar. Sin embargo, hasta dónde hay que llegar para seguir pagando. 

        Es en esta disyuntiva donde la nueva generación se tiene que decantar. O tal vez no lo haga. Pero las instituciones ya no parecen ocupar un lugar tan central como antaño.

Las voces de políticos con un aspecto joven ocupa los medios de comunicación. ¿Será la política actual un enfoque nuevo de hacer política? 

       O simplemente es un intento de seguir haciendo lo mismo, pero desde un sector político que presente un aspecto más joven.

Me gustaría pensar que los jóvenes de ahora no van a tener tan en cuenta quién esté ahí, y van a hacer lo que tengan que hacer. Que es vivir. 

    Que los políticos hagan su trabajo, que para eso se les paga, y las personas vivamos. Evidentemente tomando decisiones. Pero a pie de calle, desde una perspectiva más local.

Cada persona trabajando día a día por mejorar su entorno, si es eso lo que cada uno puede aportar. Pero dejarse de políticas globales y de pensar que hay un “ellos” que lo tienen que solucionar, o un “ellos tienen la culpa”.

No hay un lugar para el ellos en la sociedad que vislumbro. Hay un encontrarse, por las vías que sean, con lo que es cada uno de nosotros. 

       Con nuestro entorno y nuestra comunidad, tribu, familia, sociedad, entorno. En el ámbito que cada uno se mueva dejará su huella sin delegar en otros, sino asumiendo un papel propio. 

            Eso es una verdadera generación revolucionaria. Una generación en la que la revolución no sea necesaria.



lunes, 16 de noviembre de 2015

el hilo de nylon

Lunes 16-11-2015
22:52 Horas.




OBSOLESCENCIA PROGRAMADA


Hay un puesto de bomberos allá en a ca Dios, tirando hacia estados unidos... que tiene una bombilla de los tiempos de Edison.

No apagan la puta bombilla. Hace unos años cumplió cien años que nadie apagaba la puta bombilla.

Hicieron una fiesta de cumpleaños a la puta bombilla. A nadie se le ocurre darle una pedrada a ver si la estrosa.

OTRO EJEMPLO DE OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Hace años había cuerdas. Y cuando un coche se averiaba, pues otro coche  cogía una cuerda y lo remolcaba hasta el taller más próximo. O a donde fuese. Es decir, un coche al otro.

Había veces que la puta cuerda no estaba.

Y si no estaba la cuerda ¿Qué hacía el tío Paco?

Pues le decía a su mujer: Amor, bájate las bragas y dame un beso.

¡Que no! ¡Perdón!

Decía: Prenda, mi vida, luz de mis ojos. ¿Serías tan amable de dejarme una de tus calzas?

Y la mujer, que usaba medias de nylon se quitaba un zapato, se desprendía con soltura la media, y con la media ataban los coches y uno remolcaba al otro.

Las medias eran de nylon. El nylon no se rompía. Las mujeres de los trabajadores de la fábrica de medias de nylon, usaban medias de nylon. No se rompían.

Por Navidad ¿Qué se regalaba? Medias de nylon. Cuando los americanos iban a la guerra ¿Qué regalaban a las prostitutas? Chocolate. ¡Y medias de nylon!

No se rompían.

Los dueños de la fábrica de medias de nylon dijeron “Esto no puede ser. Las medias de nylon se tienen que romper”.

Así que los jefes de las fábricas de medias de nylon juntaron a todos los ingenieros, y les dijeron: “Las medias de nylon se tienen que romper”.

A un ingeniero se le ocurrió preguntar: - “¿A caso hecho?”

Y le contestó el jefe: -”Por tus huevos”.

-”¿Y vamos a cobrar?”

Y dice el jefe, -”Puntualmente. A fin de mes”.

No sé qué pasó, que no sé que industrias se reunieron. 

        Hasta se hizo una película de un inventor que conseguía un tejido que no se gastaba. Era un tejido muy bonito ese que inventó el inventor en esa película.

En la película lo explica muy bien, no sé si está censurada. Casi matan al inventor. Una rayada de película.

El caso es que se juntaron todos los jefes de no se qué industrias. Y salió la película explicativa. Hoy por hoy a las medias les salen carreras. Las bombillas te dicen lo que duran. Para que lo sepas. 

Las impresoras, si miras bien la letra pequeña, te dice “hasta tantas impresiones harás, pero de ahí no pasarás”.

El caso es que un coche antes furulaba toda la vida. Mira los seiscientos. Hoy en día los coches son mejores y se rompen. ¿Qué cuesta que te cambien esa bombillita que se ha fundido del coche? Eso es dinero.

Saca cuentas. ¿De dónde sale el dinero? ¿De que funcionen bien las cosas? No. De que se rompan.

¿Cuánto dura una lavadora? No hay que ser ingeniero para saberlo. Todos lo sabemos.

Hoy un chico, hablando de este tema me ha dicho que su coche tiene que que durar veinte años más.

Yo he pensado: Sí, por los huevos del ingeniero que rompe las calzas de nylon para que un coche no remolque a otro cuando no aparece la puta cuerda.




sábado, 14 de noviembre de 2015

París vista por un loco

Sábado 14-11-2015
11:06 Horas.



       Al final del escrito hay una oración, hay oraciones mucho más apropiadas que ésta en las actuales circunstancias. Por favor, pido que cada persona que pueda escriba lo que sienta, esté donde esté y desde su propio país, en su lengua y su cultura.







Anoche ya me llegó algún eco de lo sucedido en París. Reconozco que no estoy al tanto de las implicaciones de la índole que sean. Eso lo aclaro antes que nada.


He entrado a una página y ya he visto una imagen.

Y lo que he visto es: Pánico.


Conozco a una mujer española que ha vivido toda su vida en Francia. Es decir, es que nos pilla cerquita, Francia y nosotros somos vecinos.

No sé cómo habría reaccionado yo si algo similar me hubiese pasado a mí. Pánico y confusión son las emociones que supongo que sentiría.

Sin saber nada concreto todavía, sé una cosa. En mi vida diaria tengo un sentimiento de enfado que me acompaña. Ese sentimiento de enfado no es distinto del que pueda tener cualquier otra persona.

París. Ojalá yo no tenga que vivir nunca una situación como esta.


Pero he de reconocer que para matar a otra persona hay que sentir mucho odio. Y yo sé lo que es el odio. Tal vez no lo manifieste en mi vida, pero ahí está agazapado. 

Tal vez mi país parece que no esté en la situación en la que están otros países. Ni que tengamos que vivir constantemente con miedo. Pero hoy en día todos estamos al lado de todos los demás.

No creo que el pánico, el miedo, la ira y el odio provengan de sitios muy distintos. Es más, creo que son emociones que van de la mano. Yo las siento o las he sentido en algún momento.

Aclararé las cosas un poco, para saber lo que quiero decir. Soy esquizofrénico y me he quedado dos veces catatónico. 

          En esos estados de catatonia, una vez sentía un odio frío e intenso hacia todo lo que me rodeaba.

La siguiente vez lo que sentía era miedo. Tanto que tiré la toalla y dejé que decidieran por mí, yo no puedo más, que alguien decida por mí.

Ojalá no supiera lo que son emociones tan intensas, y que nadie tuviera que vivirlo, así, en la calle. Tanta confusión. Pánico.

Ahora mismo no sé si voy a publicar esto. Pero si yo soy capaz de sentir esas emociones, es posible que otras personas las sientan. 

        Que yo no haya actuado de un modo radical y violento no significa que yo no sea susceptible de actuar así.

Es decir, la persona que ha apretado el gatillo es una persona que puede sentir un odio que yo puedo entender. Él ha matado. Yo no.

Esa diferencia no creo que nos distinga mucho salvo en el plano legal y ante la justicia.

         Las víctimas y todos los que presencian actos terroristas ven sacudida su vida. Lo siento.

Las víctimas.

Desde aquí me solidarizo con ellas.

Lo siento, siento que se haya producido un acto de violencia, una situación en la que no se puede hacer nada, salvo correr, sentir terror, morir.

Siento muy cercanos los hechos que han pasado aquí al lado. Conozco a una profesora de francés, que es de París. Queda muy cerca.

Me voy a permitir escribir una oración. Y la escribo desde mi cultura. Yo he nacido donde he nacido, y por eso me ha tocado vivir unas circunstancias, pero en cada cultura hay una oración similar. 


¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! 
Que allí donde haya odio, ponga yo amor; 
donde haya ofensa, ponga yo perdón; 
donde haya discordia, ponga yo unión; 
donde haya error, ponga yo verdad; 
donde haya duda, ponga yo fe; 
donde haya desesperación, ponga yo esperanza; 
donde haya tinieblas, ponga yo luz; 
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto 
ser consolado como consolar; 
ser comprendido, como comprender; 
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe; 
olvidando, como se encuentra; 
perdonando, como se es perdonado; 
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

Cada uno de nosotros, este "nosotros" donde todos tenemos noticias de todos los demás, invito a que cada uno escriba la oración que más sienta para sí y para los demás en el día de hoy.

        Hay oraciones mucho más apropiadas que ésta en las actuales circunstancias. Por favor, pido que cada persona que pueda escriba lo que sienta, esté donde esté y desde su propio país, en su lengua y su cultura.

París, estamos a vuestro lado.


viernes, 13 de noviembre de 2015

qué es la vida

Viernes 13-11-2015
22:38 Horas.




Y hablando de libros, hoy iba con la carretilla hacia el aparcamiento. Llevaba una tesis doctoral para leerla allá donde se lean las tesis doctorales. El autor, don Manuel, me indicaba por dónde estaba el transporte, porque allí no se veía nada.

Mientras caminábamos íbamos hablando. Y decía don Manuel, que había hecho una tesis en bellas artes, pero que trataba un tema tan importante como la muerte.

¿Y eso cómo es? -le pregunté yo.

Conforme íbamos caminando me decía, -Eso, es muy fácil. Para saber qué es la muerte solamente hay que hacerse una pregunta...

- ¿Y cuál es? ¡Debe ser algo tan difícil!

-Nada, en realidad es muy sencillo. Solamente hay que preguntarse ¿Qué es la vida? - Siguió diciendo don Manuel.

- ¡Algo muy grande!

- No. Una enfermedad de transmisión sexual incurable.

¡¡¡ JA, JA, JA, JA...!!!








martes, 10 de noviembre de 2015

ubik. Un sueño hecho realidad

Martes 10-11-2015
9:31 Horas.



UBIK - enlace a amazon

Ayer me indicaron que UBIK podía ser un buen libro, quien me propuso que lo leyera hizo el esfuerzo de no contarme nada. La cagué, cuando fui a casa leí la reseña.

Desde antes de la mitad del libro supe que ahí olía a cadáver en el armario. Ahí estaban uno, o muchos cadáveres. ¿Por qué tuve que leer la reseña?

No me gustó que se ambientase en una época pasada. Habiendo empezado en el futuro podía haberme recordado a “el neuromante”. Pero no tiene nada que ver, aunque al principio lo parecía al describir ese posible futuro.

En este caso, Ubik, logra meterse en un ambiente en el que dudas si la verdadera realidad está presente o se está en otra distinta. ¡Y joder! ¡Soy esquizofrénico! Tomo una medicación antes de irme a dormir, y me acosté muy tarde leyendo el libro. De hecho ¡Me lo leí de tirón! Con las debidas pausas para ir al baño.

Así que en un momento dado, ante lo avanzado de la noche y lo nebuloso de la novela, tuve que reflexionar si mi realidad era tan real como quieren hacernos creer todos. Ya dudaba. Una toma preventiva de la medicación fijó las cosas en su sitio y ya no me afectó tanto “ese desdoblamiento”.

Es un poco desagradable no saber si se está o no se está en la realidad. Si lo que se vive cuenta o no cuenta. Si se está semivivo o muerto. O si se está cuerdo o no.

        Lo que me parece es que el intelecto no puede reunir la suficiente evidencia para convencerse si se está cuerdo o no.

Los problemas no pueden resolverse en el mismo nivel en el que se han creado. Y la mente no puede cambiar nada en su mismo nivel, ya que se piensa a sí misma.

          Así que no podía saber si me estaba yendo o no. Bueno, me estaba yendo. Soy esquizofrénico y anoche lo comprobé. Sabía que el razonamiento no podía hacer que recuperase la razón.

Me tomé la medicación. Marca Ubik. Totalmente inocua si se toma con moderación.

Todo volvió a la normalidad. Los neurolépticos es lo que tienen. Que me afecten a la tiroides es la ostia. Por eso las visitas periódicas al psiquiatra son tan necesarias. ¿Qué es peor la tiroides o que se me vaya la chapa?

Tómate la medicación marca Ubik y todo volverá a ser como antes. Tómese con moderación, que tiene graves contraindicaciones.

El café. Cuando me siento mal tiendo a consumir ingentes cantidades de café. Eso me calma. ¿Eso lleva implícito un oxímoron? ¿El café calma? No sé porqué necesito el café. Más bien me parece un modo de viajar a través de la cafeína.

Y el libro, Ubik. Tiene la amabilidad de incluir al jefe de todo el equipo, Runcite. Finalmente todos estamos incluidos en ese destino que nos aguarda. Eso nos iguala. Es una cortesía por parte del autor hacer que lo recordemos.





Me gustaría invitaros, queridos lectores a que leáis el libro. Tiene sensaciones muy interesantes y no hace falta estar mal de la chola para dejarse llevar.

Por otro lado acepto indicaciones, sugerencias de libros para leer. Si bien tengo alguno por ahí pendiente, encontraré tiempo para leerlos.

Si Dios quiere.



sábado, 24 de octubre de 2015

¿qué ves?



          Si solamente ves un punto negro, es que te estás perdiendo la mayor parte de la información.

miércoles, 21 de octubre de 2015

diario de Gabriel

Jueves 22-10-2015
0:29 Horas.




          Querida Luna:

Dame muchos amigos y amigas, porque me gustaría jugar.

Me siento solo y creo que acercarme y jugar me da miedo.

Por eso quiero que me des amigos, para atreverme a jugar, porque me da miedo.





Sí, tocaba haber puesto una de la bien querida, pero en esta ocasión me he decantado por una de estopa. Creo que tanto la melodía, el ritmo, la letra, son más propios.

Buenas noches, querida Luna.










domingo, 13 de septiembre de 2015

superar la enfermedad

Domingo 13-09-2015
11:37 Horas.



“La meditación es la comprensión de la vida, lo cual es producir orden. El orden es virtud, que es luz. Esta luz no puede ser encendida por otro, por muy experimentado, listo, erudito o espiritual que sea. Nadie en la Tierra o en el cielo puede encenderla, excepto usted mismo, en su propia comprensión y meditación.”

Y sigue más adelante:

Y si uno fuese lo suficientemente afortunado como para haber llegado tan lejos, entonces en ese silencio hay un movimiento por completo diferente, que no es del tiempo ni de las palabras, que el pensamiento no puede medir, porque es siempre nuevo. Esto es ese algo inconmensurable que el hombre ha buscado perpetuamente. Pero usted tiene que descubrirlo, no puede serle otorgado.  No es la palabra ni el símbolo. Esos son destructivos. Pero para que eso venga, usted debe poseer orden completo, belleza y amor. Por lo tanto, debe morir a todo lo que conoce psicológicamente, de modo que su mente esté clara, no torturada, y que vea las cosas como son, tanto interior como exteriormente.”

Según yo lo veo, se puede ser afortunado al encontrar un verdadero guía, que nos indique, por el medio que sea, el camino a seguir.

Gracias, a Dios, podemos encontrar en ocasiones, personas con un toque inigualable, sanadores, que nos llevan mucho más allá de donde uno por si mismo iría. Superar la enfermedad es la meta de estas personas cuyo buen hacer es indiscutible.

Pero para la sanación, el sanador, en última instancia, solamente nos puede dejar frente a esta puerta a través de la cual podremos si acaso pasar nosotros. De uno en uno, y de forma individual.

Una puerta en cuyo dintel reza “conócete a ti mismo”.





domingo, 6 de septiembre de 2015

hornbeam o hojarazo

Domingo 6-09-2015
11:20 Horas.



Esta semana me siento adocenado. Hace mucho que estoy adocenado, a decir verdad.

Las tareas domésticas son las que más me cuestan, así que esta semana toca una flor que me da ese impulso suficiente y necesario para ponerme en marcha. Aunque todavía abuso del café, espero que pueda superar este extremo.

HORNBEAM - HOJARAZO O CARPE


Su principal aplicación es ayudar emocionalmente a personas con sentimientos de pereza o agotamiento mental, que piensan que no serán capaces de afrontar las tareas cotidianas. Esta fatiga suele ser de carácter mental que no física. Las personas bajo este patrón de conducta se suelen ver asaltadas por sentimientos de duda e incertidumbre acerca de su capacidad para cumplir ciertas tareas. Pero cuando se enfrentan a ellas con decisión, logran llevarlas a cabo sin mayor problema.

Las personas de tipo “hojarazo”, se ven afectadas por las rutinas cotidianas que les llevan al aburrimiento y a un estado permanente de somnolencia. Suelen tener siempre sensación de cansancio en las piernas, el trabajo les agota física y mentalmente y les acompaña una cierta migraña que mitigan a base de estimulantes como el té, el café o el tabaco en exceso.

(...)

       En general son personas con tendencia al sedentarismo, que se manifiesta en la tendencia de querer permanecer descansando constantemente.

Una persona del tipo “hojarazo” sin armonizar precisa equilibrar sus centros, reforzar alguno de ellos, ya sea el centro motor o el centro emocional con el fin de contrarrestar el efecto de su centro mental. Si sufre de cansancio y fatiga es debido, en parte, a que realiza esfuerzos mentales constantemente, con el fin de adecuarse a las situaciones que le toca vivir.

(...)

      Una persona del tipo “hojarazo” ya armonizada manifiesta la suficiente energía como para desarrollar todo aquello que se proponga, con un buen ritmo entre la tensión y la distensión. Su vitalidad, dinamismo y frescura hacen que todo fluya a su alrededor de una manera placentera, manteniendo un equilibrio entre lo físico y lo psíquico. Cualquier persona que se muestre estresada, con falta de concentración y fatiga o que requiera constantemente de estimulantes para seguir su tarea debería acudir a este remedio.

Geraldine Morrison (Flores de Bach) - esenciales ROBIN BOOK. - pág. 73.




sábado, 29 de agosto de 2015

ira y fuego

Sábado 29-08-2015
21:50 Horas.

Siento enfado. Creo que toda la vida me he sentido enfadado. Y en el tema de sexo mi enfado ha hecho estragos. De hecho nunca he tenido pareja. Algo anda muy mal.

Hoy he pensado algo que no sé si es nuevo. En todo caso no recuerdo haberlo razonado nunca así.

Esto es que el sexo, la manifestación de la sexualidad, está ahí. La sexualidad es la energía que se nos ha dado. Es con esa energía que vivimos. No hay otra, tal vez sería más fácil si, las cosas se pudiesen mantener separadas, pero la energía es esa.

Bueno, lo que he pensado es que de lo que se trata es que no es por la sexualidad. Que la sexualidad es tal vez el modo más llamativo en que afecta la mala leche, el enfado. Pero de hecho un “enfado” (Ira y fuego), no se limita a la sexualidad en sí.

Más bien se refiere a la existencia en sí.

La vida, la existencia. El trabajo, el amor, el placer, el dolor. Todo lo maravilloso y lo pavoroso de estar vivo. No se trata tanto de elegir qué hacer con la sexualidad. El enfado va más allá, que si bien obviamente, el núcleo afecta a la alegría de vivir, está en todo a mi alrededor. No es el sexo, es la vida, y vivir en el único mundo que tenermos. El mundo de los hombres, del ser humano.

Ira y fuego.

Me gustaría dejar aparcado esta ira y este fuego, que no arden sino que queman. Queman mis huesos y no arde llama. Siento la ceniza cómo se mezcla con mi sangre, y no hay luz que alumbre esta sombra.

La vida, tal vez, y puede que se quede en ese pequeño tal vez. La vida se limita a una elección. Vivir con ira, con enfado. O vivir con gratitud.

Me gustaría situar el enfado en algún lugar del mundo intermedio. Sin tocarlo, en cuarentena, para que se fuese sanando. Pero lleva conmigo toda la vida. No tengo claro que se puede marchar por sí sólo. Tal vez deba decidir.

Seguir o no seguir.

Y ciertamente, si por mí fuera, no seguiría. Pero la vida va a continuar y no puedo saltar de un tren en marcha. No debería, todavía hay vida que vivir. Pero no quiero grandes cosas. Una existencia tranquila. Pero ¡Con este enfado! Yo no he elegido. Viví inconsciente. ¡Eso es todo! No he ejercido ni un ápice de conciencia que dirigiese hacia una vocación o con una intención de llegar a ningún sitio. Desde mi propio esfuerzo.

Y si alguna vez tuve ese pensamiento, fue borrado por la enfermedad. Así, que no tengo mucho a dónde agarrarme. Una vida normal. Quisiera. Una vida tranquila.

No quiero más quer eso. Nunca tuve vocación. Sí muchas fantasías, de niño. Pero nada sólido. Y esas fantasías tan solo han hecho que arder en el fuego del olvido. Me llevaron al mundo de las tinieblas, al horror.

Tal vez no puedo guardar la cuarentena, que todavía, otra vez, deba decidir.

Agradecimiento o tinieblas.






domingo, 23 de agosto de 2015

Larch - Alerce

Domingo 23-08-2015
17:07 Horas.


El alerce representa el remedio para la auto confianza, ya que hace desaparecer los complejos de inferioridad y estimula la seguridad en uno mismo. Estimula el desarrollo de dotes especiales que no se encuadran dentro de las normas generales y en los casos de alteraciones de la columna vertebral.

La persona de tipo «alerce» tiene un sentimiento real de inferioridad que lo lleva al fracaso. Suele auto imponerse límites restrictivos de cara a que su actividad no los sobrepase. No son personas espontáneas, jamás improvisan y suelen perder oportunidades en la vida al dejarlas pasar por miedo o inhibición.

Sentimiento de inferioridad: siempre se compara con los demás y se siente menos capaz que otras personas.

Estos sentimientos contenidos también los aplican al terreno sexual, siendo proclives a padecer impotencia, frigidez, eyaculación precoz, anorgasmia, etc.

“Alerce es «para quienes no se consideran a sí mismos tan aptos y capaces como los que los rodean; esperan el fracaso y sienten que nunca tendrán éxito, por lo que no se arriesgan ni hacen un esfuerzo suficientemente intenso para lograrlo».”

Evitan el enfrentamiento con los desafíos de la vida.

Cuando se consigue la armonización por medio de la terapia surge un ser humano con un conocimiento instintivo y un respeto afectuoso hacia los demás. Nunca pensará en elevarse por encima de los demás. Su modestia se basa en una valoración precisa de sus capacidades y su modo de ver amistoso en el el trato humano.


Geraldine Morrison (Flores de Bach) - esenciales ROBIN BOOK. - pág. 78.



miércoles, 29 de julio de 2015

la frágil materia de que están hechos los sueños

No creí que ser adulto fuera así. Llega un momento que tienes que buscar razones para vivir. Biológicamente no estamos diseñados para vivir tanto. Para gestar y procrear el gen egoísta no necesitamos tantos años. Tal vez no hace falta crecer más allá de quince o veinte años, cuando biológicamente estamos preparados para tener hijos.

Este tema no tendría sentido hace dos o tres generaciones. La esperanza de vida se ha disparado. No digo que tenga que disminuir, digo que hay que buscar razones para vivir.

En mi caso, la oscuridad se cierne sobre mi consciencia. Tan solo quiero volver al lugar de donde vengo. No sé si ese lugar son las estrellas el cálido vientre de mi madre. Un lugar donde estoy a salvo. Parece que el cielo nocturno, la bóveda celeste, por la noche, es como un gran vientre, del que me gustaría formar parte.

Dormir siempre. Dejarme ir. Cuando por fin despierto encuentro una realidad que me es ajena. Es solamente mi historia personal lo que encuentro. Y no es una historia para nada interesante.

Encontrar un sueño, inventarse el modo de seguir. Son buenas cosas. Sin embargo, yo creo que, no sé si tengo la presencia de ánimo para encontrar ese sueño. Me refiero a ese algo que me haga volver a estar interesado en vivir, y no en dormir.

Poienso en el ánimo del guerrero. ¿Hace falta? He leido algunos libros que hablan de que ...para solucionar un problema, hay que terminar con el problema. Sin pararse a contemplarlo, pues tan solo es, un problema. No sé si puedo terminar con el problema. Pues tampoco sé muy bien de qué se trata. Solo tengo ganas de dormir.

También tengo ganas de estudiar. No sé qué estudiar. Me gustaría ponerme a leer y aprender. Como si yo mismo me programase mi plan de estudios. Una especie de estudios autodidacta. Pero es un sueño muy frágil.

El peso de la existencia, de lo que me pide el día a día, ¡Hace tanto calor! La pereza vuelve a hacer presa en mí. Tantos sueños quebrados por gente que no me consideró que ahora no sé si puedo volver a vivir con un sueño propio. Es todo muy vago e indefinido.

Tal vez no encuentre el aroma de un sueño, para continuar. En agosto vuelvo al trabajo. Y no sé si podré siquiera levantarme de la cama. Por otro lado, nunca he estado con las cosas más claras. Sé que no me gusta la vida. No en los términos en los que están planteados. Es todo muy espeso. Parece chapapote.

Parece que encontrar un sueño es difícil. Me gustaría ser lobo. Un lobo solitario. Caminando por las veredas, consiguiendo mi comida. Sin más pretensiones que la próxima pieza de caza. Eso o dormir.