sábado, 14 de noviembre de 2015

París vista por un loco

Sábado 14-11-2015
11:06 Horas.



       Al final del escrito hay una oración, hay oraciones mucho más apropiadas que ésta en las actuales circunstancias. Por favor, pido que cada persona que pueda escriba lo que sienta, esté donde esté y desde su propio país, en su lengua y su cultura.







Anoche ya me llegó algún eco de lo sucedido en París. Reconozco que no estoy al tanto de las implicaciones de la índole que sean. Eso lo aclaro antes que nada.


He entrado a una página y ya he visto una imagen.

Y lo que he visto es: Pánico.


Conozco a una mujer española que ha vivido toda su vida en Francia. Es decir, es que nos pilla cerquita, Francia y nosotros somos vecinos.

No sé cómo habría reaccionado yo si algo similar me hubiese pasado a mí. Pánico y confusión son las emociones que supongo que sentiría.

Sin saber nada concreto todavía, sé una cosa. En mi vida diaria tengo un sentimiento de enfado que me acompaña. Ese sentimiento de enfado no es distinto del que pueda tener cualquier otra persona.

París. Ojalá yo no tenga que vivir nunca una situación como esta.


Pero he de reconocer que para matar a otra persona hay que sentir mucho odio. Y yo sé lo que es el odio. Tal vez no lo manifieste en mi vida, pero ahí está agazapado. 

Tal vez mi país parece que no esté en la situación en la que están otros países. Ni que tengamos que vivir constantemente con miedo. Pero hoy en día todos estamos al lado de todos los demás.

No creo que el pánico, el miedo, la ira y el odio provengan de sitios muy distintos. Es más, creo que son emociones que van de la mano. Yo las siento o las he sentido en algún momento.

Aclararé las cosas un poco, para saber lo que quiero decir. Soy esquizofrénico y me he quedado dos veces catatónico. 

          En esos estados de catatonia, una vez sentía un odio frío e intenso hacia todo lo que me rodeaba.

La siguiente vez lo que sentía era miedo. Tanto que tiré la toalla y dejé que decidieran por mí, yo no puedo más, que alguien decida por mí.

Ojalá no supiera lo que son emociones tan intensas, y que nadie tuviera que vivirlo, así, en la calle. Tanta confusión. Pánico.

Ahora mismo no sé si voy a publicar esto. Pero si yo soy capaz de sentir esas emociones, es posible que otras personas las sientan. 

        Que yo no haya actuado de un modo radical y violento no significa que yo no sea susceptible de actuar así.

Es decir, la persona que ha apretado el gatillo es una persona que puede sentir un odio que yo puedo entender. Él ha matado. Yo no.

Esa diferencia no creo que nos distinga mucho salvo en el plano legal y ante la justicia.

         Las víctimas y todos los que presencian actos terroristas ven sacudida su vida. Lo siento.

Las víctimas.

Desde aquí me solidarizo con ellas.

Lo siento, siento que se haya producido un acto de violencia, una situación en la que no se puede hacer nada, salvo correr, sentir terror, morir.

Siento muy cercanos los hechos que han pasado aquí al lado. Conozco a una profesora de francés, que es de París. Queda muy cerca.

Me voy a permitir escribir una oración. Y la escribo desde mi cultura. Yo he nacido donde he nacido, y por eso me ha tocado vivir unas circunstancias, pero en cada cultura hay una oración similar. 


¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! 
Que allí donde haya odio, ponga yo amor; 
donde haya ofensa, ponga yo perdón; 
donde haya discordia, ponga yo unión; 
donde haya error, ponga yo verdad; 
donde haya duda, ponga yo fe; 
donde haya desesperación, ponga yo esperanza; 
donde haya tinieblas, ponga yo luz; 
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto 
ser consolado como consolar; 
ser comprendido, como comprender; 
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe; 
olvidando, como se encuentra; 
perdonando, como se es perdonado; 
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

Cada uno de nosotros, este "nosotros" donde todos tenemos noticias de todos los demás, invito a que cada uno escriba la oración que más sienta para sí y para los demás en el día de hoy.

        Hay oraciones mucho más apropiadas que ésta en las actuales circunstancias. Por favor, pido que cada persona que pueda escriba lo que sienta, esté donde esté y desde su propio país, en su lengua y su cultura.

París, estamos a vuestro lado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario